Académicos y Expertos Internacionales Participaron del Foro Virtual «Soluciones e Innovaciones en la Gestión del Agua»

El evento, es la cuarta edición del ciclo de foros virtuales que organiza el Instituto Para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro (IDGCE) desde junio y que ha contado con la participación de numerosos expertos mundiales, en un  trabajo conjunto e interdisciplinar sobre el derecho humano al agua y saneamiento: el filósofo italiano Gianni Vattimo, el Ministro de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, el premio Estocolmo del Agua , Asit K. Biswas, la lideresa del Pueblo Sarayaku y activista por los derechos humanos, Patricia Gualinga, entre otros. La iniciativa cuenta con el apoyo del Papa Francisco y con la coordinación del Card. Claudio Hummes, Presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y relator general del Sínodo para la Amazonía que se celebró el año pasado en el Vaticano. 

Gabriela Sacco, Directora Ejecutiva del IDGCE, dió pie al desarrollo de la jornada y destacó la calidad de los disertantes: “hoy,  tal como en los foros anteriores, tenemos un nutrido equipo de expertos de distintos países del mundo; a quienes queremos agradecer sus propuestas, reflexiones, el compartir su conocimiento y su apertura al diálogo en los distintos temas que abordamos”.

Alfredo Ferro SJ, de la Red Eclesial Panamazónica, inauguró el primer panel, en representación de la institución coorganizadora del evento. El sacerdote jesuita, remarcó los objetivos de estos foros, como espacio para la discusión sobre nuevas soluciones tecnológicas a las problemáticas medioambientales actuales, pero hizo hincapié en “reivindicar en estos minutos, el enfoque simbólico, poético y espiritual del agua, sin dejar de tener los pies en la tierra, es decir, rescatando nuestras raíces profundas”. A ello agregó que es importante “aceptar que no sólo las innovaciones técnicas y sociales son garantía para resolver o avanzar en las soluciones a las problemáticas en torno del agua”. En su espacio, Ferro aprovechó también para resaltar el rol del agua, como recurso, bien y derecho, sobre todo para las poblaciones amazónicas, en las que la REPAM tiene su principal territorio de trabajo: “el agua posee un fuerte simbolismo y una dimensión sagrada. (…) para muchos de los pueblos indígenas el agua es un don de las divinidades (…), ese precioso bien está amenazado”. En este sentido, según Ferro “el esfuerzo y la necesaria conversión a la que estamos llamados, nos exige tener como fundamento y base una espiritualidad robusta, dentro de nuevos paradigmas, donde el agua es un bien y una realidad fundamental”, “una espiritualidad del agradecimiento, que reconozca al agua como un don sagrado; una espiritualidad de la reconciliación, una espiritualidad de la sobriedad, donde no podemos pactar con el consumismo y la cultura del descarte”. Para finalizar subrayó la necesidad de “asumir compromisos específicos”, “que se centran fundamentalmente en el derecho que todo ser humano y toda criatura tiene al agua”. 

Al aporte de Alfredo Ferro, se sumó la perspectiva de Jaime Perczyk, Secretario de Políticas Universitarias de la Nación (Argentina), sobre educación y política pública, en las innovaciones de índole social en la región. Según Perczyck, la problemática del agua se enmarca en una problemática que es general: “lo que hace es este presente es catalizar reflexiones, transformaciones, que vienen desde antes de la pandemia”. El eje de la presentación de Perczyk estuvo en “grandes transformaciones que está viviendo nuestra sociedad, una de esas es la tecnología. Se discutía que esta iba a reemplazar el trabajo del hombre y la mujer. También estaba la idea que había una parte de nuestro pueblo que sobraba. Nosotros creemos que es posible una sociedad de pleno empleo”. En esa línea, Perczyck afirma que también los cambios demográficos y en las concentraciones urbanas “donde lo que se empezó a construir fue guetos de ricos y pobres, con las consecuencias que eso tiene en la salud, en la gestión del agua y con las responsabilidades que tiene cada uno en nuestra sociedad”. Es por ello que Perczyk cuestiona estas transformaciones, y pone expuso en la mesa la idea de que “la pobreza y la degradación del mundo van de la mano”, “en el medio de esta pandemia, lo que se va a generar es un mundo en el que la desigualdad va a ser más grande, que se potencia en lo educativo, en los cultural; creemos que la manera de mediar frente a estas transformaciones es dar otras visiones”. En este punto, el Secretario de Políticas Universitarias, recalcó el rol del Papa Francisco “genera otra visión, tiene otra mirada, no naturaliza la agresión al medio ambiente, no naturaliza la deshumanización del trabajo”, a todo ello agregó la importancia del rol del Estado “creemos que además del Estado, las universidades son parte del Estado, son la institución que crea y sistematiza conocimientos por excelencia”, expresó. Para finalizar, aportó a la discusión la noción de las responsabilidades que van de la mano con los derechos, porque “a los más humildes, la meritocracia les pide responsabilidades cuando no les garantiza derechos”, y el camino de garantizar derechos es aquel que asegura un desarrollo  solidario y en paz. 

En el segundo panel, hicieron presencia Gabriella Carolini, Profesora del Departamento de Estudios Urbanísticos y Planeamiento del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), USA; y Adriano Stringhini, miembro de la Junta Directiva de la Compañía de Saneamiento Básico de Sao Paulo (SABESP). Ambos hicieron sus aportes desde la perspectiva de la gestión de los recursos, Carolini desde el ámbito académico y Stringhini desde el manejo del servicio público. Para Carolini, cuando se habla de pobreza y agua, se cree que hay que ir a los países de menores ingresos, pero en países como Estados Unidos, el acceso todavía no es universal. Es por eso que Carolini resalta la importancia de las evaluaciones para mejorar la equidad en el acceso al agua, y la importancia de preguntarse ¿cómo sabemos si lo que estamos haciendo está bien? según la experta en estudios urbanísticos, desde el sector privado y el público hay informes, asociaciones y redes internacionales que se encargan de monitorear desde estadísticas, hasta el manejo de los recursos.  Stringhini por su parte, hizo una minuciosa exposición de todos los proyectos en innovaciones tecnológicas, pero más importante aún, las medidas sociales y de apoyo a las comunidades que la empresa brasileña implementa en este momento: conversión de nuevas formas de combustible, energía solar, apps para que los usuarios puedan medir su consumo del recurso y además concursos abiertos para proyectos que necesiten fondos. También destacó la iniciativa de SABESP de eximir a los usuarios de bajos recursos del pago de las facturas por el servicio, hasta mediados del mes de agosto inclusive, en vista de las dificultades que generó la pandemia en lo que va del presente año. 

El tercer panel contó con los aportes de Diego Berger, Coordinador de Proyectos Especiales, de Mekorot, compañía nacional del agua en Israel, y Jaime Gutierrez Bayo, CEO de BRUMA sostenibilidad y participación ciudadana S.L. (España). Berger hizo hincapié en el hecho de la valorización de las “transferencias tecnológicas”, que hacen los gobiernos y organismos públicos, al momento de pedir su colaboración en proyectos internacionales. Para Berger la pregunta es “¿para qué se necesita esa transferencia de tecnología?, porque según él, los problemas en la distribución del agua no es necesariamente “high tech”, sino que más bien la tecnología de hace 50 años puede mantener su funcionalidad, entonces, según el experto, radicado en Israel desde hace más de treinta años, los problemas de acceso al agua no tienen que ver con falta de tecnologías, más bien se relacionan con la implementación o no de políticas públicas. En esa medida, Berger destaca que “la tecnología es un medio y se ha transformado en un objetivo”, por lo que históricamente, se ha recaído en “políticas de convencimiento”, para que la mayoría de las poblaciones aprendan sobre los usos posibles del agua y su ahorro; o en subsidios y suministros gratis, que resultan inútiles si en las poblaciones no hay noción de la importancia del cuidado del agua y en el ámbito de la “hidropolítica”, no hay gestión centralizada, medición, leyes del agua y financiamiento, los cuatro pilares de un “sector hídrico sostenible”. Gutiérrez Bayo, complementó lo expuesto por Berger y continuó en la línea del trabajo con las poblaciones y la importancia de la gestión del agua. Remarcó la importancia de no confundir tecnología con innovación, puesto que para esta última es necesario que intervenga el factor humano. Desde su expertise, Gutiérrez Bayo expone que hay tres ámbitos fundamentales a tener en cuenta para la innovación en la gestión del agua: la implicación ciudadana, la concepción integral del ciclo del agua y la tecnología puesta al servicio de la mejora en la calidad de vida de las personas. En particular con esta última, para Gutiérrez Bayo, la monitorización, el Big Data y el control de regadíos; son ejemplos de ámbitos en los que la tecnología puede estar aplicada a solucionar los problemas relacionados al agua. En definitiva, para el español lo fundamental en este tema, es conformar acuerdos en lo que al derecho al agua se refiere. 

En el anteúltimo panel, tomaron la palabra Christian Taylor, presidente de la Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (AIDIS) Argentina, y Héctor García, Profesor de Ingeniería Sanitaria, del IHE-Delft (en Holanda). En su sección, Christian Taylor se explayó sobre las consecuencias del crecimiento demográfico a futuro y destacó que el 70% de la población mundial, habitará en grandes centros urbanos. Para ese momento, se estima que crecerá la demanda de agua al 50% y el estrés hídrico afectará cada vez a más poblaciones. Entre las propuestas de la asociación que él preside, se plantea que es una oportunidad frente a estas estadísticas, de priorizar la gestión del agua y saneamiento y la infraestructura básica en las zonas más vulnerables del continente. La idea que remarca Taylor, es que con una gestión eficiente, es viable solucionar los problemas presentes y futuros del agua. 

A ello se sumó la exposición de Héctor García, con la presentación de las aplicaciones innovadoras de los sistemas de monitoreo de aguas residuales para encontrar las zonas de circulación del Coronavirus, y su relación con los niveles de contagio en zonas de la ciudad de Delft en Holanda. En esa misma línea, García mostró cómo el sistema de monitoreo les permite además, detectar los índices de contagio en toda Holanda, dado que la experimentación fue bastante exitosa hasta ahora. Sin embargo, García destacó que esta innovación no es particular en Holanda, lo que sí es particular es que el gobierno lo utilizó durante la pandemia, como herramienta para implementar sus políticas de salud pública frente al desarrollo del virus. 

En el panel final, Elena Cristófori, Profesora en riesgos hidrometeorológicos, Universidad de Turín, y Patrick Thompson, Investigador Senior Escuela de Geografía y Medio Ambiente Universidad de Oxford en el Reino Unido, expusieron cada uno desde sus campos de acción, las innovaciones que implementa cada uno y los resultados de sus trabajos. Cristofori es la cabeza del proyecto Translate Into Meaning (TRiM por sus siglas en inglés), en el que utilizan recursos tecnológicos, para mejorar el conocimiento de riesgo de poblaciones vulnerables a través de involucrar a los actores de cada comunidad. Es importante, para la hidróloga italiana, medir, sistematizar y crear observatorios comunitarios capaces de detectar oportunamente señales de riesgo, teniendo en cuenta los conocimientos de los locales, sumado a los datos y a los métodos científicos de medición, puesto que esto favorece la participación de los miembros de la comunidad en el desarrollo de la gestión de sus recursos. Thompson, por otro lado, compartió con la mesa su experiencia desde el trabajo con aguas subterráneas en comunidades en Kenya, que estaban diseñadas de manera simple y con la posibilidad de ser arregladas más fácilmente por miembros de la misma comunidad, para que no dependan de la asistencia de expertos que puedan tardar en reconectar el servicio. Para Thompson, es imperativo entonces unir las dimensiones tecnológica y social, en la medida en que la implementación de tecnologías accesibles para todos sus miembros, resulta en su empoderamiento y en el largo plazo, esto comporta mejores resultados. Sin embargo, afirmó que no hay que dejar de lado la mediación entre los gobiernos y las comunidades en la consecución del derecho al agua y el derecho a la esperanza.

El próximo foro del Ciclo, será “Nuevos Paradigmas en Derecho Ambiental:  El desafío de un nuevo pacto entre la humanidad y el planeta”, y tendrá lugar el 25 de agosto a las 10.00 hs argentina. El foro se centrará en el impacto de la falta de acceso al agua y la vulneración de derechos humanos. Se abordará también la ausencia o desprotección del recurso en poblaciones vulnerables analizando escenarios concretos con perspectivas desde el Derecho, políticas y estrategias para la solución de estas situaciones en horizontes temporales de corto, mediano y largo plazo. 

La inscripción está abierta desde el sitio www.forosdelagua.encuentromundi.org y contará con traducción simultánea para todos los asistentes. 

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