En el Mes Internacional de la Mujer, nuestra cátedra organizó la presentación de la obra «Felicitas Guerrero. Historia de una pasión», escrita y dirigida por la profesora María Cristina Lastra Belgrano, ex responsable del Instituto Nacional de Estudios de Teatro (INET).
Con formato radioteatro, la obra se estrenó el sábado 17 de marzo, en el Centro Cultural Borges, con dos funciones a beneficio del proyecto Duchas del Sagrado, una iniciativa de nuestra cátedra que desde 2016 funciona en la Basílica Sagrado Corazón de Jesús, en Barracas, brindando baño caliente, comida, ropa y espacios de formación y contención a personas en situación de calle.
La obra fue representada por cuatro actores recreando un escenario de radio de los años ’40 y abordó el femicidio de Felicitas Guerrero de Alzaga, una joven aristócrata de la segunda mitad del siglo XIX. Reflejando además una temática actual de gran impacto social que apunta a la violencia de género.
Luego de cada función, se realizó un debate abierto que contó con la participación de los periodistas Mercedes Mendoza y Hernán Brienza, el padre Sebastián García –a cargo de la basílica de Barracas-, nuestro Director General, el antropólogo Luis Liberman y nuestra Directora Ejecutiva, la ingeniera Gabriela Sacco.
Por su parte, Sacco celebró «la posibilidad de ayudar a las numerosas personas en situación de calle que utilizan las duchas de la basílica de Barracas” y, luego, rescató la temática de la obra.
“En el libro ‘Diez cosas que el papa Francisco propone a las mujeres’, de la politóloga y socióloga María Teresa Compte Grau, el prólogo está a cargo del Sumo Pontífice”, recordó la directora ejecutiva de la Cátedra. Y enfatizó: “Ahí Francisco resalta que le preocupa que persista cierta mentalidad machista, incluso en las sociedades más avanzadas, en las que se consuman actos de violencia contra la mujer, convirtiéndola en objeto de maltrato, de trata y lucro, así como de explotación en la publicidad y en la industria del consumo y de la diversión”.
Sacco agregó que la importancia que el Santo Padre le otorga a la mujer es tal que, “en el prólogo de ese libro, hasta ejerció una autocrítica institucional”. En ese sentido, la ingeniera por último rememoró: “Francisco dice que le preocupa que, en la propia Iglesia, el papel de servicio al que todo cristiano está llamado se deslice, en el caso de la mujer, algunas veces, hacia papeles más bien de servidumbre que de verdadero servicio”.